13 julio 2009

A veces, no tantas, despierto algo arrebatada y transpirada. Suelo olvidar o directamente no recuerdo qué carajo soñé. Entonces sigo mi vida común en un día normal, cuando en medio de la nada se me viene la imagen a la mente, pálida y concisa pero ya recuerdo… unos pocos días en los que sin saber qué hacía te perseguía. De cuando simplemente me arrinconabas contra la pared y yo, yo moría de vergüenza; de cuando no podía dormir ni una hora entera, de las mentiras piadosas a mi familia para solo estar con vos un minuto más.
Rápidamente pienso quién sos, y por qué nos cruzamos. No quiero pensar para qué. Aunque siempre la rareza de todo lo que pasó fue muy obvia me quedó la súper sensación de nunca haberte conocido bien, como si flotaras aparte en un momento de mi vida que nunca terminé, que quedó ahí repitiéndose en cada segundo que me alejo, como entre paréntesis, como algo pendiente. Como el vacio; mas grande aún que el sideral.
No sé si fue eso que tomé
Aparecé en mis tiempos libres, juguemos como antes.

No hay comentarios: