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drogamorada

Enamorada de su juventud, de su frescura, de su sonrisa a las 6 de la mañana cuando estoy todavía cansada, de sus miradas presumiditas, de sus enojos, estoy enamorada de nuestras siestas, nuestros momentos de sus mañas. Su llanto es música para mis oídos, sus manos suaves y pequeñas que caben en mis manos ya ásperas…; y alimentarla, pensar que yo llevo su alimento, que soy su alimento, que la tuve adentro. Si, es cursi pero real, y no importa la parte tonta porque hoy todos los tontos hablan y se queman con la política, la economía, la peste, las putas y yo, yo estoy anestesiada de tanta simpleza de tanta pureza de su inmensidad. Drogamorada. Y no me importa más nada porque cuando hago pausas salgo de su inocencia para ver, para darme la cabeza contra la pared de la psicosis, depresión y muerte del sistema, lo que no me sirve. El sistema, donde solo se escucha tranzar, yo tranzo, ellos tranzan, aquellos tranzan- qué es eso, no quiero tranzar. Para qué tranzar si mi vida está en alcanzar su, nuestra felicidad. Por esto me sostengo y no me persigo por lo que sobra; y ahí, creo, es donde esta lo esencial del objetivo.