26 septiembre 2009

Estrategia

Si que eh caminado por mi techo. Vuelta y vuelta, de noche de madrugada, sin mirar el cielo. Tan cerca y sin mirarlo. Esperando algo. Necesito, digo, pienso que quiero volver atrás, a cambiar la nada, simplemente a volver a vivirlo, con los mismos errores con mis equivocaciones.
Hoy recuerdo los secretos más primitivos de nuestras vidas juntas, algunos mimos impropios tuyos y algunas vergüenzas mías. Lo más feo que nos sucedió y lo más perfecto que es almita, también lo más lindo es ella. Mis celos sin explicación y tus explicaciones sin motivos. Etapas de pruebas. Tus silencios perdurables que serán así siempre, basándome por experiencia que si en tres años no cambiamos eso, ni lo cambiaremos en cincuenta años. Mis furias inseguras buscando tu auxilio como si fueses mi padre. Nuestras debilidades.
Siempre me gustó más que te guste por lo que soy que por lo que puedo llegar a ser. Yo gusto de vos así. Porque el futuro no existe, somos hoy lo que somos (nosotros, y almita, tres). Viviendo el día a día con solo algunas experiencias vividas, pocas pero duras. Enseñándole a nuestra hija a ser mejor persona, dándole juegos de amor todos los días, dos pares de hombros donde apoyarse, dos pares de manos que la salven.
Con almita nuestro existir se hizo más acertado, yo acerté el motivo para vivir como se debe hacerlo y vos tropezaste con la vida sin quejarte. Es de hombre no quejarse.
En el día de la fecha cumplís veinte años de vida, de los cuales tres años y diez meses sos mi compañero, de los que siete meses sos padre.
Llegue a la arraiga conclusión de que somos pocos pero felices, con lo poco que tenemos, con lo imperfecto que somos. Ahora me detengo, miro a mi alrededor y veo toda esa gente ajena, infeliz de no tener lo que tienen los vecinos, matándose por el primer lugar pelotudo donde el ganador es el más imbécil, soberbio y materialista que existe en el mundo, el que menos come, la peor mierda contaminada por el diablo de todas las putas religiones de los sistemas humanos. Y eso me hace creer en vos, mi estrategia.