
Deslumbrantes en las constelaciones, hibridas de lo natural, sofocado suspiros, en la rivera de la hermandad, bebiendo espumantes placeres, en sombras celestiales, que aturden de ira a pasajeros sin prisa, que asientan sus nalgas sobre butacas que tiemblan, para morderse los labios hasta sentir el sabor de su sangre amarga y repetir conmigo, viste que son solamente mías.
matias.